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Un desayuno, una ley contra el Cáncer y una eterna amistad

Actualizado: 12 may 2022

Comienzo este artículo hablándoles del día en que conocí a Lis. Fue la mañana del 28 de noviembre del año 2017 en un desayuno en el Sanborns de Av. Juárez, en el centro de la Ciudad de México. Sí, hablo del día en que conocí a Lisette García Urenda, fundadora de Ayúdame a Sonreír ante el Cáncer, A.C., mi ahora gran amiga, aliada, respaldo y ejemplo en la lucha contra el cáncer infantil en México.


No nos conocimos por casualidad; Lis y yo sabemos que la casualidad no existe. Para que llegara ese día, primero tuve que estudiar derecho en el Tec de Monterrey, allá en la ciudad de Monterrey. ¿Por qué? Porque mi profesor de la clase de Derecho Penal I fue Rogelio Lozano, abogado penalista y esposo de Adriana Cansino. Rogelio y Adriana se mudaron a la Ciudad de México en ese 2017, y un día Rogelio le dijo a Adriana: “mi exalumno, Kenji, anda muy movido con temas de cáncer infantil”. Adriana, su esposa, acababa de incorporarse como voluntaria en la maravillosa fundación ASAC, así que un día le platicó a Lis sobre mí y lo demás pueden ustedes imaginarlo. El desayuno entre Adriana, Lis y yo, que debía ser de una hora y media, se prolongó a las casi tres horas. Los chilaquiles supieron aún más buenos.


Ese día les comenté a Lis y a Adri sobre el proyecto que estábamos a punto de concretar desde nuestra Fundación Cáncer Warriors de México: la presentación de una iniciativa de reforma legal para otorgar permisos laborales a mamás y papás de niñas, niños y adolescentes diagnosticados con cáncer. Apenas contaba detalles del proyecto cuando Lis, alegre, entusiasta y comprometida, cualidades que todas y todos conocemos, me dijo: “cuenta con el apoyo total de ASAC”. Y así fue.


Tres meses después de aquel desayuno memorable, estábamos en el pleno de la Cámara de Senadores presentando, gracias al respaldo de un grupo amplio de Senadoras y Senadores de la República, una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo, la Ley del Seguro Social y la Ley del ISSSTE, con el objetivo de otorgar permisos laborales por hasta 364 días, gozando del 60% de su salario, a casi 10,000 mamás y papás de menores con cáncer en México por año.


¿Por qué impulsamos esta iniciativa? Porque en México, cuando una mamá o papá se ausentaba de su empleo por más de tres días en un periodo de 30 días, para acompañar el tratamiento oncológico de sus hijos, perdía el empleo. Nuestra Ley Federal del Trabajo no consideraba estas ausencias de cuidados de hijos con cáncer como justificadas, luego entonces, mamás y papás perdían trabajo, ingresos y seguridad social.


Luego de la aprobación unánime en la Cámara de Senadores, el 25 de abril del 2018, logramos la aprobación unánime de nuestra iniciativa en la Cámara de Diputados, el 26 de abril del 2019.


ASAC y más fundaciones, como Aquí Nadie se Rinde, IAP, respaldaron nuestro trabajo y caminaron junto a nosotros durante esos años.


Hoy, casi 10,000 familias gozan de este nuevo derecho. Mamás y papás que no deben preocuparse por ser despedidos pues existen las licencias laborales para cuidados de hijas e hijos con cáncer: la licencia 140 Bis, para afiliados al IMSS, y la licencia 37 Bis, para afiliados al ISSSTE.


Contar con sus padres durante el tratamiento ha mostrado beneficios para las y los valientes guerreros. Por eso decimos que la ley es un arma infalible que también abona a derrotar a este enemigo común que tenemos: el cáncer.


En nuestro andar, ASAC y Cáncer Warriors de México, hemos acumulado más batallas juntos, más las que habremos de pelear. Seguramente habrá oportunidad de contarlas en otro artículo.


Antes de despedidme, quiero platicarles cómo festejamos cuando se publicaron las reformas de nuestra iniciativa en el Diario Oficial de la Federación. El 4 de junio del 2019 le llamé a Lis y le dije: “¡se publicaron nuestras reformas en el DOF, a partir de mañana México entero contará con licencias laborales!”. Estoy seguro de que ambos estábamos brincando en la llamada. ¿Qué hicimos al día siguiente? Fuimos a festejar al Ángel de la Independencia. Fue un día de triunfo para México, para las valientes mamás y papás, para la memoria de nuestras guerreras y guerreros que brillan desde el cielo y para quienes llegarán a este ring a pelear. Todo esto es por ustedes ¡y vamos por más!


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